Las cinco estancias más habituales para rodar porno

Las cinco estancias más habituales para rodar porno- 1

Si creciste a finales de los ochenta y principios de los 90 puedes sentirte agradecido. Has sido la última generación que ha podido conocer el mundo analógico antes de dar el salto al digital. De hecho, los primeros millenials han tenido la fortuna de apreciar de una forma mucho más sincera y realista el inmenso cambio sufrido en la entrada del nuevo milenio. Porque tú también has jugado cartas en la calle, has podido disfrutar de la libertad de salir a jugar a una cuadra de tu departamento, y has podido conocer las primeras consolas domésticas. Si has tenido una Game Boy en las manos pensando que era el no va más, si disponer de más de cinco canales en la televisión ya te parecía bárbaro, sabrás de lo que estamos hablando. Has llegado con más de treinta a la era del streaming, donde absolutamente todo está disponible en un click, desde tus películas favoritas a tus juegos de antaño, la música, los libros… y el porno.

La industria de la pornografía está viviendo una edad dorada gracias a los nuevos medios y tecnologías que han llevado a su público objetivo mucho más allá. Estamos hablando de que antes, para disfrutar de un poco de porno, había que jugársela en el videoclub del barrio, buscar la película prohibida más allá de la medianoche o encontrar las revistas de tus papás o hermanos. Un pibe que nace ya en el siglo XXI ha tenido todo hecho desde bien chico para poder gozar del porno que quiera, aunque no sabemos si esto es en realidad tan positivo. Y es que al fin y al cabo, cuando algo se obtiene de una manera tan sencilla, tan rápida, no se llega a apreciar del todo. De ahí que en muchos casos, los chicos se hayan visto sobreexpuestos al porno, con todo lo que eso supone. Y es que nunca antes se había producido tanto contenido para adultos como hoy día, gracias también a los adelantos técnicos. Porno en la calle, en la playa, en discotecas… pero también el clásico, el que se rueda en casa, en cualquiera de las estancias, porque al final cualquier lugar es perfecto para coger.

El dormitorio

Y empezamos la lista de estancias donde se graba porno con el clásico entre los clásicos. Sí, parece mentira que a día de hoy y después de millones de películas y escenas se siga grabando porno en un dormitorio o recámara… pero es que funciona. No hay  nada mejor que una cama para disfrutar del placer real del sexo, y eso lo saben muy bien en la industria. Basta con colocar un par de cámaras cerca del colchón, o llevar una en mano para captar todos los movimientos. El porno grabado en el dormitorio sirve además para conectar con esa gran mayoría de público que, siendo sinceros, solo tienen sexo en este lugar. Es algo que ya está bastante visto, pero como siempre suele ser eficaz ubicar este tipo de escenas en esta estancia, se sigue utilizando mucho. Eso sí, para ser algo más creativos, mejor salir del dormitorio… o utilizar otros objetos de la habitación más allá de la cama.

H2: La cocina

Es divertido que otro de los lugares donde más escenas porno se hayan rodado sean las cocinas. Y es que esta estancia no está pensada, al menos en principio, para tener este tipo de encuentros, pero ya se sabe que las manos van al pan y entre tanta deliciosa comida… Las escenas que se graban en la cocina tienen también ese punto de intensidad especial, diferente, porque en el porno saben que para la mayoría, tener sexo ahí es salirse de la rutina. Tal vez la chica esté preparando algo rico de comer y el chico llegue para devorarla a ella, o sea al contrario, él esté preparando cualquier cosa y ella no pueda esperar más para probarle. Se han puesto muy de moda en estos tiempos el sexo sobre las islas de la cocina, dando un punto más creativo a las escenas, aunque el clásico polvo sobre la encimera también sigue siendo un éxito. Y por supuesto, debemos hablar aquí del uso de ciertos alimentos, como el chocolate, la nata o la harina, para darle un toque más delicioso aun a las escenas.

El salón

Es la estancia principal de la casa y, por supuesto, debe aparecer también en el porno, sobre todo cuando se trata de una escena con más de dos personas involucradas. Es algo curioso porque, de hecho, pasar a la habitación con otra persona ya tiene un significado bastante explícito en el mundo en el que vivimos. Sin embargo, invitar a alguien a pasar al salón parece totalmente inofensivo… aunque pueda acabar en la orgía más morbosa que hayamos imaginado jamás. El salón es el lugar donde la familia hace vida común, pero es cierto que no suelen aparecer muchas familias en el porno… al menos no familias reales. Esta estancia sí que tiene su importancia a la hora de entender el sexo como algo que debe ser llevado a cabo en cualquier lugar, disfrutándose de una manera incluso más excitante en aquellos donde no estamos acostumbrados a tener este tipo de experiencias.

El baño

Es también una de las estancias principales de la casa, y pensándolo bien, una de las más morbosas, puesto que de manera natural nos desnudábamos en ella sin remilgos. El baño es el lugar donde muchos disfrutan de un rato de soledad, para poder estar consigo mismos y dejar de pensar en los problemas y preocupaciones del día a día. En ese rato es habitual que, bajo el agua de la ducha, uno también se deje llevar por sus deseos más morbosos y pase a la acción. Ya sea por su propia cuenta o en buena compañía, el baño es uno de los lugares más excitantes de la casa, y el porno sabe cómo aprovecharlo. A pesar de las complicaciones que muchas veces se dan para rodar en un espacio tan reducido, los directores se las ingenian para crear situaciones morbosas en este lugar. Y es así cómo uno termina recordando aquella mítica escena sexual mientras también está en el baño…

El jardín

Para los más osados, para los que tienen ganas de probar cosas nuevas y vivir experiencias más excitantes, el sexo en el jardín puede ser el no va más. Y es que estamos hablando de una estancia que ya está al aire libre, en donde incluso podemos ser vistos por los vecinos si no tenemos cuidado… Sin embargo, también es lógico que, sobre todo cuando hace buen tiempo, estemos con poca ropa en nuestro jardín, especialmente si tenemos piscina. Una cosa lleva a la otra… y al final terminamos dejándonos llevar por el placer más ardiente. El porno también ha tomado nota de estas fantasías recurrentes y las lleva a la pantalla de manera habitual. De hecho, son muchas las escenas que se han grabado al borde de una piscina, o incluso dentro de ella, aludiendo a esta forma de entregarse en el vicio más suculento.