Buckminster Fuller, conoce a este diseñador

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Hay personas que desafían las etiquetas, las categorizaciones, para presentarse como auténticos genios en busca de inspiración, capaces de llegar mucho más allá que otras mentes supuestamente más privilegiadas. Personas que han logrado marcar un punto de inflexión en el devenir de la Historia, o al menos, en alguno de sus campos, desde la física al arte o la literatura. Cuando alguien es capaz de llevar a cabo diferentes trabajos, y todos ellos con gran habilidad, se le llama hombre o mujer del Renacimiento, dado que estos artistas renacentistas, como Miguel Ángel o Leonardo da Vinci, poseían muchas habilidades y era imposible encasillarlos dentro de un solo trabajo, porque eso sería reducir infinitamente sus aportaciones. Estos hombres del Renacimiento siguen existiendo hoy en día, y uno de los ejemplos más llamativos es el de Buckminster Fuller, un diseñador, arquitecto, inventor y escritor, por nombrar solo cuatro de sus principales trabajos, que revolución la visión que se tenía del mundo a mitad del siglo pasado.

Fuller fue uno de tantos inventores que surgieron tras la Depresión del 29, un momento en el que muchos estadounidenses tuvieron que plantearse cómo sería su futuro después de los problemas económicos por los que atravesaba el país. Fuller era un tipo con una gran inventiva, pero también con  una personalidad muy particular que seguramente haya jugado en su contra para poder llegar a ser más conocido o popular. Sus ideas, eso sí, pueden ser hoy disfrutadas por millones de personas, aunque es cierto que la mayoría de sus inventos no llegaron nunca a tener una utilidad real, por considerarse demasiado utópicos o complejos. Tal vez era simplemente un adelantado a su tiempo, o tal vez había ido demasiado lejos con sus ideas irrealizables. Sea como fuera, en este artículo queremos ahondar un poco más en su vida y en su ideología, para descubrir mejor a este fascinante personaje.

Quién fue Buckminster Fuller

Richard Buckminster Fuller nació en julio de 1895 en el estado de Massachussets, y desde bien temprano demostró su talento para idear nuevos artilugios. Con tan solo 12 años diseñó un sistema que permitía a los deportistas remar mirando en la dirección de avance del bote, algo que sirvió para mejorar esta disciplina. Utilizaba materiales que encontraba en el campo y creaba sus propias herramientas, para adaptarlas a los usos y necesidades de cada aparato que creaba. Después de ser expulsado en dos ocasión de las prestigiosa universidad de Harvard, Fuller terminó consiguiendo un título en Ciencias por el Bates College. Para entonces, su pasión por el diseño ya se había desarrollado.

Después de participar en la Primera Guerra Mundial como parte del contingente de la marina norteamericana y trabajar empaquetando carne, Fuller se casó y formó una familia. Su primera hija, Alexandra, murió de polio al poco de nacer, lo que supuso un punto de inflexión en su vida. Arruinado, depresivo por la muerte de su hija y pensando en el suicido como única salida, Fuller afirma que fue entonces cuando tuvo la visión que la cambiaría la vida, la de la famosa cúpula geodésica que posteriormente se encargaría de diseñar, ya bajo el amparo de dar clases en una pequeña universidad de Carolina del Norte. La patente de la cúpula geodésica se oficializó en 1956 y granjeó mucha fama a Fuller, ya que suponía una auténtica revolución para el diseño y la arquitectura. A pesar de no haber terminado sus estudios en Harvard, su fama  y prestigio le permitieron conseguir doctorados honoris causa en muchísimas universidades del mundo.

Obras de Buckminster Fuller

Hasta la década de los 50, Fuller era un inventor con muchas inquietudes que sobrevivía dando clases en algunas pequeñas universidades y colleges estadounidenses. Sin embargo, a finales de esa década, un invento lo cambiaría todo. Ya había obtenido otras patentes anteriores, pero sería la de la cúpula geodésica la que llevaría su nombre a ser reconocido en todo el mundo. Se trataba de una estructura basada en un poliedro basado en un icosaedro que suponía una auténtica revolución para construcción de estructuras y edificios a partir de ese momento. La aparición de este invento, junto a su experiencia previa con el diseño de casas modulares, ha hecho que muchos piensen en él como arquitecto, aunque nunca llegó a obtener dicho título.

El diseñador creo también sus propios términos, para poder definir su propio trabajo, ya que consideraba que las palabras existentes no encerraban todo el sentido que el quería ofrecer a sus inventos. Creó, por ejemplo, el termino Dymaxión, con la unión de las palabras Dynamic Maximum Tensión, y lo convirtió en una especie de marca propia a favor de las vanguardias de creación, arquitectura y diseño. Desarrolló modelos de automóviles completamente futuristas en la década de los 30, basándose en las estructuras de las aeronaves que existían en aquellos tiempos, pero sus ideas fueron rechazadas por ser irrealizables. Sus diseños para casas o mapas también han sido muy estudiados, por tener un estilo totalmente rompedor a todo lo que existía en aquellos tiempos.

Características de su trabajo

La inventiva y la capacidad para generar ideas rompedoras eran las mayores cualidades de Fuller, un hombre que quería salirse delo habitual porque sabía que tan solo así lograría inventar algo realmente novedosa. Su visión era totalmente humanista, y siempre estaba buscando crear o diseñar casas, coches y otros inventos útiles para el avance de la propia humanidad. Se consideraba un hombre sin especiales dotes, una persona de inteligencia y aptitudes dentro de la media, y quería ver hasta donde podía llegar un tipo como él si se dedicaba por entero a la invención, al desarrollo de ideas, encaminado siempre a mejorar el futuro de todo el mundo. Fue uno de los primeros en apuntar a la importancia de las energías renovables como fuentes energéticas en el futuro.

Libros de Buckminster Fuller

A lo largo de su vida, Fuller escribió numerosos libros, casi una treintena, desarrollando sus teorías, su visión del mundo y también su forma de entender el diseño. Al principio de su vida también publicó libros de relatos y poemas, pero los más destacados de su producción son los que tienen que ver directamente con su trabajo como diseñador. El libro Dymaxion World of Buckminster Fuller, aparecido por primera vez en 1960, es uno de los más emblemáticos sobre su persona. Synergetics: Explorations in the Geometry of Thinking lleva en su título otro de los términos acuñados por Fuller, sinergia, que hoy en día es tan habitual en el mundo de la empresa. Otros títulos importantes son R. Buckminster Fuller on Education y Inventions: The Patented Works of R. Buckminster Fuller.